El cangrejo Gregorio
Gregorio era un Cangrejo DJ, que habitaba en la Isla Mateua de la Costa Brava, era considerado el organizador principal de las fiestas, eventos y de animar a que nadie se olvidase de la alegría. Era cómo el capitán en un equipo de fútbol. En el último tiempo su actitud fue cambiando. Ya no se hacían fiestas, la música dejó de sonar y no se comunicaba con nadie. Cada vez se iba cerrando más y más. Cuando alguien le preguntaba les decía que no quería sufrir, por lo cual utilizaría su gran caparazón para no sentir, de esa manera, pensaba erróneamente, que todo estaría resuelto…. Lo que no sabía Gregorio es que cuando estás en el miedo para evitar sufrir, bloqueas el amor, no te permites vivirlo y menos compartirlo. ¡Vivimos lo que damos! ¡Si no Sientes, no Vives!
Kyara, la bellísima ostra y líder de aquella isla, se ocupaba de que siempre reinara la armonía. Había llegado de un viaje largo, después de estar unos meses fuera. No daba crédito a lo que sus ojos veían. En poco tiempo cada uno de los habitantes apostaba por la individualidad. Visto lo visto, decidió llamar a su gran amigo Sebastián el bogavante, cuyos dones eran devolver el buen clima a cualquier lugar.
A Sebastián le caracterizaba su gran presencia, elegancia, determinación y entrega. Cuando Kyara contactaba con él, sabía que se trataba de una situación importante y de inmediato fue para la isla.
Al llegar, fue en busca de Gregorio, ya que sabía que era el motor esencial para que en aquel lugar volviese a habitar el buen clima. Mientras el bogavante recorría la isla veía como los mejillones iban a su bola, en lugar de estar juntos en las rocas, estaban dispersos, separados los unos de los otros. Las gambas se volvieron agresivas, cuando realmente eran dóciles. Las almejas tenían pereza para desplazarse, se habían vuelto sedentarias. Todo se había desequilibrado. Sebastián no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Volvió a mirar, y con una sonrisa vio la Vida que habitaba en cada uno de ellos. Así que decidió ponerse manos a la obra.
Por fin se topó con Gregorio, que había salido a toda prisa de su escondite, sólo para comer y volver a esconderse. Nuestro querido cangrejo se había vuelto malhumorado, rancio, rabioso, no tenía ganas de compartir y su cara era de pocos amigos.
Sebastián con su gran arte para alentar e invitar a recuperar el gusto de Vivir, le propuso que lo acompañase a contemplar el precioso atardecer. Juntos contemplaron que el cielo reflejaba las tonalidades de colores de Gregorio. -¿Te das cuenta qué maravilla?, tu reflejo se extiende por todo el atardecer. -Le dijo con un tono acogedor Sebastián. En aquellos momentos Gregorio se olvidó de sus pensamientos y se abrió a la experiencia del Sentir. Un tono de Amor le invadió.
¡Esto es la Vida! - Le dijo el elegante bogavante.
Gregorio quedó tan entusiasmado que casi no podía pronunciar palabras. Recuperó lo que había olvidado y le dijo: -Tenía tanto miedo que dejé de sentir, mi tono se bajó, pensaba que si me cerraba y no expresaba no sufría, y ahora me doy cuenta que sobrevivía, sin ganas de hacer nada ni compartir, y estaba en la queja constante. Por querer evitar el sufrimiento estaba inmerso en el dolor.
-Como me alegro que lo hayas visto Gregorio, -le dijo Sebastián. -La vida te pone continuas oportunidades para despertar de la pesadilla en la que estamos envueltos con los pensamientos. Y siempre te invita a que te conectes a la maravilla de la Vida, -le dijo Sebastián feliz de ver ese cambio de actitud.
Recuerda que cuando sufres estás en un error, mira desde la total inocencia, desbloquea la energía retenida abrazando lo que hay y mira desde otro lugar. Un lugar que no se puede explicar, se ha de sentir y para ello has de abrir tu corazón.
Gregorio compartió con todos los habitantes de la isla los aprendizajes que había evidenciado. Así los mejillones volvieron a estar en grupos, las gambas recuperaron su docilidad y las almejas vencieron la pereza y recuperaron sus impulsos para desplazarse de un lugar a otro; y nuestro querido cangrejo volvió a ser el DJ más marchoso y divertido de toda la isla.
Kyara mostró a Sebastián su gran agradecimiento, y organizó un espectacular festín en el que todos juntos celebraron la Vuelta a la Vida.
Gregorio descubrió que cuando tú te colocas, todo se coloca; e invitas a los demás a vivir con intensidad. Pero para ello es indispensable abrir tu corazón y sin saber cómo, todo se vuelve a armonizar. ¡Da lo mejor de ti mismo en cada momento, no esperes y Ama!
¡Dulces sueños pequeños soñadores!